lunes, 18 de abril de 2011

Configuración de las Redes Vs. los Flujos de Información en las Empresas

La información y uso de esta dentro de los organismos del estado es vital para mejorar la eficacia de las actividades. Tradicionalmente se conoce que existen canales formales e informales por donde la información fluye dentro de las organizaciones, sin embargo,  las nuevas tecnologías de información y comunicaciones (TIC) se potencian a través de las redes sociales, las cuales influyen de una manera tan efectiva, y amplia, que actúan como una red neuronal permeando capas o niveles organizacionales en segundos. Estas redes son también llamadas redes blandas, ya que están conformadas por seres humanos, y de acuerdo a Lazer y Binz (2007), estas ayudan a generar a las redes duras, o sea las redes o infraestructura formal dentro de la organización.
Si bien es cierto que el flujo de información genera una tensión positiva para alimentar los sistemas, y hacer fluir la información, la complementariedad de las redes es obvia, pero tienen ambas sus propias limitaciones.
Una característica de las redes blandas es el grado de incertidumbre sobre la precisión o validez de la información, lo cual crea desconfianza, además de cierto grado de error en la toma de decisiones, en donde este error podría generar acciones destructivas sobre actividad normal de la organización, por ejemplo indicar que hay déficit en el flujo de caja para pagar la nómina, una información difundida de manera intensa dentro de la red bajo cierto contexto, puede generar protestas, incomodidad afectando finalmente el rendimiento de la organización.
Las redes duras, o sistemas de información organizacional, de diferencian de las blandas en la calidad de la información que fluye por ellas, en donde hay veracidad para una toma de decisión, la cual tiene una debilidad, y es que seguramente no es la más actual, ya que entre ella y la red blanda hay una brecha de tiempo, originada por el proceso de validación de la información.
En Venezuela los escasos sistemas de información organizacionales dentro del estado, hacen que las redes blandas, compensen en alguna medida la falta de información, con el margen de error que se mencionó anteriormente.
Hoy día las organizaciones deben conocer los flujos y nivel de dependencia de la información, para apalancar los sistemas que disminuyen el grado de vulnerabilidad en sus operaciones. Un problema común en las empresas es la resistencia al cambio , y muy especialmente al cambio en las herramientas que apoyan a los procesos de negocio, esta resistencia es natural, ya que el grado de incertidumbre sobre la tecnología está basada en el desconocimiento de ella, por lo tanto hay que generar información que permita llenar esos espacios vacios de información, bajo una matriz constructiva de información, que influya positivamente sobre el cambio, no de manera rígida, sino dejando a las redes blandas el trabajo de permear e identificar las molestias reales que solo el usuario o beneficiario de la tecnología puede percibir, produciendo así una fuerza constructiva que repare la debilidad o falta de madurez en el componente aislado de la tecnología seleccionada, y no de todo el conjunto.
Existen varios niveles de necesidad y calidad de información, como hemos visto en otros ensayos, es así que cada nivel debe acceder a los sistemas que permitan satisfacer sus necesidades, es allí en donde el estudio y mejor conocimiento de los flujos entre niveles organizacionales generan frutos, estabilizando cada nivel, y mejorando la calidad del flujo  de información entre ellos.
Bajo este enfoque se pierde un poco el miedo al uso e implementación de nuevas tecnologías, que la final no pueden ser desterradas de la organización, debido a las características de la era actual en que vivimos, donde existe un alto grado de dependencia tecnológica, por la interoperatividad de los sistemas.
Es importante asumir que la tecnología es la herramienta de cambio para impulsar los nuevos modelos de funcionamiento de la organización, generando nuevas formas de producción, lo cual habilita acceder a nuevas posibilidades.
Las oportunidades del gobierno para optimizar los servicios públicos y gobernanza, están dentro del uso del gobierno electrónico, potenciando la implementación de los sistemas de información, y cultura de uso.
Fuentes consultadas
 (1) Aponte, Nestor. (2011). It Takes a Network to Build a Network. David Lazer and Maria Christina Binz-Sharf. Asignatura Gobierno Electrónico [programa de Doctorado en Ciencias Gerenciales]. Caracas: Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional
(2) It Takes a Network to Build a Network. 2007. David Lazer and Maria Christina Binz-Sharf

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